Al igual que la sociedad, la
educación musical se encuentra en una
encrucijada de gran importancia.
El post de hoy lleva meses rondando en mi cabeza y es
tan solo es una opinión, nada más.
Una
opinión basada en lo que
vivo cada día y en la experiencia que dan
10 años dentro del sistema de educación musical.
La
sociedad de hoy en día se está enfrentando a uno de los
cambios más grandes y rápidos de la historia de la humanidad.
Estos cambios
también afectan a la educación musical, y si no los afrontamos pronto
podemos perder la oportunidad para mostrar el
gran valor de la educación musical en la sociedad.
Es por ello que aquí os dejo lo que
para mí son los retos a los que se enfrenta la educación musical del s. XXI.
Retos de la educación musical del s. XXI
1º- Modernización:
Sin duda alguna, la
modernización de la educación musical es el principal reto al que nos enfrentamos.
Toda la
comunidad educativa está a favor de esta necesaria
transformación en la que, de una vez por todas,
el alumnado se convierta en el centro del sistema educativo.
Un
sistema nuevo que prepare a los estudiantes para las
nuevas formas de trabajo que ya han comenzado a imponerse con la
revolución digital y el
perfil Knowmad.
Esto solo se puede conseguir con una
reforma del actual currículum, que sin duda ha quedado
obsoleto ya que, como dice
Antonio Domingo:En la educación musical se usan metodologías del siglo XIX, impartidas por docentes del siglo XX para alumnos del siglo XXI
Son necesarias
nuevas asignaturas y herramientas que ayuden a afrontar la
nueva era en la que nos encontramos, pero que también pongan
atención en una adecuada
formación emocional, tanto del
profesorado como del alumnado, ya que es una
condición previa para
enseñar y aprender de forma adecuada.
Es necesario
un sistema cuya prioridad también sea tener un
profesorado de gran calidad y en
continua formación, que esté formado por los mejores de cada campo en cada momento y que
se sienta bien retribuido.
En resumen, necesitamos una
educación musical más atractiva que
evite la
gran tasa de abandono que se produce hoy en día y de la que nadie quiere hablar.
2º- Demografía
Uno de los grandes retos del que
se habla muy poco es el
grave problema demográfico al que se enfrentará nuestro país en los próximos años y que sin duda alguna tendrá importantes
repercusiones en la educación musical.
Los
últimos estudios alertan de la preocupante situación a la que se llegará de forma inminente:
La
jubilación de la generación del
Baby Boom y la
reducida tasa de natalidad que ya en 2016 se situó en el
8,79 niños nacidos por cada mil habitantes.
Esto significa que el
sistema educativo en
general y el musical en particular va a ver
reducido el número de alumnos, lo que inequívocamente va a conllevar una
reducción de los puestos de trabajo
docentes y cierre de
conservatorios. Esto es algo que los
políticos y gestores de lo público
ya conocen y sin duda ya están trabando para
ajustar los futuros recursos (docentes y económicos) a los
futuros demandantes (alumnos).
Es evidente que
la educación musical ha de reinventarse, ya que el
mercado laboral, de la
formación musical es una de la
fuentes de trabajo más importantes para los egresados que acaban de finalizar sus estudios musicales.
En
mi opinión es necesario empezar a pensar que la
educación musical para adultos puede ser un
campo de trabajo muy poco explotado y que tiene
grandes posibilidades de desarrollo.
También se debe
seguir insistiendo en el
gran valor que la música aporta a la sociedad actual, por ello hay que
mejorar las
estrategias de difusión y comunicación, así como los
beneficios que aporta la educación musical.
3º- Integración con la ESO, Bachiller y Universidad
Otro de los grandes retos a los que se enfrenta la educación musical es la cada vez más necesaria
integración con el resto de enseñanzas generales, así como con la
universidad.
Enseñanzas elementales y profesionales:
Actualmente, la inmensa mayoría de los
conservatorios profesionales y escuelas de música realizan su actividad docente en horario de tarde, lo cual provoca que el
alumnado deba enfrentarse a
jornadas maratonianas de más de 8 horas (6 h por la mañana y entre 2 y 3 por la tarde).
¿Es lógico pedir a nuestros alumnos jornadas de trabajo que muchas veces superan las 8 horas?.
Esto produce que el
alumno llegue
cansado al conservatorio, con los consecuentes
efectos negativos:
desconcentración, apatía y falta de atenció
n.
Además, nos encontramos con la
paradoja de que los
alumnos de conservatorios apenas pueden
convalidar unas pocas asignaturas de la educación obligatoria, desde que comienzan con 8 años hasta que terminan con 18.
Es decir, a estos alumnos se les pide un
grandísimo esfuerzo que el
propio sistema no sabe recompensar. Esto pone de relieve la
necesidad de articular
centros integrados donde se pueda realizar los
estudios obligatorios y musicales en horario de mañana.
De hecho,
ya existen centros de estas características a lo largo de la geografía española, con
resultados muy positivos. Por lo tanto es necesaria una
generalización de este sistema. Quizás lo ideal sería que en estos
centros integrados se estudiara a partir de las enseñanzas profesionales, cuando el alumno ya tiene claro que desea afrontar una hipotética carrera musical.
Enseñanzas superiores:En las
enseñanzas artísticas superiores el problema es bastante
distinto pero no menos grave. Los
conservatorios superiores están
articulados del forma similar a los
institutos, con los consecuentes
problemas de organización y estructura de las enseñanzas, lo cual permite
muy poca capacidad de maniobra.
Centros superiores que
se rigen por el calendario escolar de institutos y colegios, no por el de la universidad.
Así, tenemos centros educativos superiores, con estructuras y leyes de enseñanzas medias que otorgan títulos superiores.
Sin duda algo totalmente ilógico.
Al
no estar en las estructuras universitarias, los títulos que otorgan son
equivalentes a Grado, pero
no son Grados, ya que las únicas instituciones que pueden expedir esta titulación son las universidades.
Esta situación genera un
importante agravio comparativo con el resto de enseñanzas universitarias, además de numerosos problemas, sobre todo cuando los estudiantes desean realizar estudios de postgrado en Europa.
La
paradoja se produce cuando se desea
homologar un grado o máster emitido por instituciones musicales del extranjero, ya que
el título resultante es homologado a titulaciones que emiten las universidades. Por ello, es de
imperiosa necesidad que los conservatorios superiores entren a formar parte de las
estructuras universitarias, algo que los alumnos llevan demandando desde hace ya varios años.
Tras un largo proceso de problemas y resistencias, ya se están dando los primeros pasos para que se produzca esta integración. Como es el caso del
Conservatorio Superior de Castellón y los planes de integración que se están estudiando en la
Comunidad de Madrid. 4º- Recuperar el valor de la educación musical
Sí, sé que puede sorprender pero, en
mi opinión, la
educación musical en España no está en su mejor momento.Y esto a pesar de que
hay muchos profesores realizando un grandísimo trabajo, pero sí que es cierto que en general, se ha perdido el respeto al profesorado por parte de la sociedad.
Es nuestra obligación, la de los
profesores, revertir esta situación que solo se consigue aportando
valor a la sociedad.
Para ello hemos de
mejorar nuestras estrategias docentes, pero también hay que
mejorar la forma en la que difundimos y
comunicamos nuestras
actividades, para hacerlas
más visibles y así ponerlas en el lugar que se merecen.
Porque una sociedad sin formación musical no puede evolucionar de forma adecuada.
¿Cómo ves tu el sistema educativo español?. Deja tu opinión en los comentarios. Gracias